Crianza

¿Hasta qué edad es normal que mi hijo/a se chupe el dedo?

Muchas madres han experimentado la graciosa y emocionante sensación de ver a través de una ecografía cómo sus bebés, aún en gestación, se chupan el dedo dentro del vientre.
Y es que quizás no lo sepas, pero chuparse el dedo es un hábito que los bebés traen consigo de forma instintiva incluso desde antes de nacer. Para ellos, esta es una forma de conocer el mundo que los rodea y tranquilizarse. Su boca será la parte del cuerpo más importante durante sus primeros meses, con ella podrán estimular el pezón para tomar leche materna, utilizando el reflejo de la succión.
Aunque el reflejo de succión comienza a desaparecer alrededor de los 6 meses, tu hij@ se chupará el dedo hasta que le comiencen a salir los dientes definitivos, es decir, alrededor de los 6 años de vida.
Durante ese tiempo, que el pequeño o pequeña se chupe el dedo no será dañino para la formación de su mandíbula o dientes. Si no lo ha hecho, te aconsejamos observar la intensidad con que lo hace, ya que una succión de dedos muy fuerte, puede generar daños en el desarrollo de su boca.
Si a los 6 años, aproximadamente, tu hijo o hija se sigue chupando el dedo, te recomendamos aplicar los siguientes consejos para ayudarlo a que no lo siga haciendo.

1- Ignora y quítale importancia al tema: Si tu hijo o hija sigue chupándose el dedo, no lo critiques pero tampoco le des importancia. Mantente atenta y elógialo cuando no lo haga diciéndole lo bello que se ve de esa forma.

2- Ten paciencia y espera: Los niños o niñas no se chupan el dedo si tienen otra forma de tranquilizarse. Entonces, si quieres ayudarlo a que deje de hacerlo, busca otra forma para calmarlo. Es importante que logres identificar el motivo por el que recurre a chuparse el dedo, una vez logrado, anticípate y busca un sustituto. Por ejemplo, si lo hace cuando ve televisión, entonces ayúdalo a buscar otra forma de mantener sus manos ocupadas. Puedes usar juguetes como pelotas, muñecas, plastilina o actividades manuales como pintar.

3- Agrega más siestas o ayúdalo a expresar sus emociones: Muchos niños o niñas se chupan el dedo cuando se sienten cansados. Si es así, te recomendamos incluir en su rutina un par de siestas más para que pueda descansar y no recurra a chuparse el dedo.

Por otra parte, también hay niños que lo hacen cuando tienen rabia y están enojados o frustrados. En este caso te recomendamos ayudarlo a hablar y expresar sus emociones sin la necesidad de chuparse el dedo.

En todo este proceso, la observación y conocimiento de los padres es clave. Si tienen bien identificada la forma, lugar o motivo por el que el niño se chupa el dedo, podrás actuar oportunamente entregándole alternativas para que lo deje de hacer y evitar un posible daño mandibular a futuro.