Prenatal

Qué esperar del último mes de embarazo

Ya no queda nada para que puedas tener a tu bebé en tus brazos. Si todo sale como está previsto, dentro de 3 a 6 semanas podrás al fin conocerlo. A estas alturas del embarazo duermes poco y te cansas muy rápido. Te darás cuenta que tu bebé se mueve muy poco, esto es porque ya no tiene mucho espacio para hacerlo, está cómodo en posición fetal esperando salir al mundo.

Cambios y síntomas en la mamá

Durante este último mes de embarazo el bebé estará más grande y pesado que nunca, probablemente ya se encuentre en posición fetal, con su cabeza descansando en el cuello del útero. Este peso extra en el piso pélvico te puede provocar calambres en las piernas, sobre todo en las noches. Una buena forma de evitarlos es comer plátanos durante el día, hacer estiramiento y pedir a algún ser querido o tu pareja que te haga masajes en las piernas.

Tu barriga va a tener las últimas crecidas este mes, lo que podría provocar, entre otras cosas, que el ombligo salga hacia afuera. Durante este período, es mejor que no te exijas mucho físicamente, hay cosas que ya no podrás hacer por ti sola, por lo que no dudes en pedir a ayuda a otros si es que la necesitas.

Puede que aparezcan algunas várices en tus piernas, esto por el aumento de peso, también es probable que otras molestias se intensifiquen como la hinchazón producida por el exceso de líquido en los tejidos. Pero no te preocupes, la mayoría de las molestias físicas que sufres en el embarazo desaparecerán poco a poco después del parto. Algunos consejos para aliviar la retención es descansar con las piernas elevadas, mantener una buena hidratación y disminuir o eliminar la sal de tu dieta.

Puede que estas últimas semanas antes del parto tus pechos comiencen a segregar un poco de calostro, puesto que los niveles de la hormona de la lactancia estarán más altos que nunca. No te preocupes, es normal, tu cuerpo se está preparando para poder alimentar a tu bebé apenas éste nazca.

Cambios en el bebé

Durante este noveno mes de embarazo la placenta crece hasta pesar 500 gr, esto porque está trabajando a su 100% para nutrir, oxigenar y eliminar los desechos de tu bebé. El niño traga mucho líquido amniótico, rico en grasa, para subir los últimos gramos antes de salir al mundo. Está de cabeza ocupando toda la cavidad del útero que llega hasta tus costillas. Los huesos de la cabeza tienen una gran plasticidad para facilitar su nacimiento.

Durante este último período dentro del útero el bebé comenzará a ejercitar los pulmones, se harán cada vez más frecuentes los movimientos simulando la respiración, aunque todavía no hay aire en ellos. También es capaz de distinguir, a través de sombras, los reflejos de luz que vienen del exterior y nota un resplandor cuando la luz del sol pega directamente en tu guatita.

Las semanas próximas al parto tu bebé medirá entre 45 y 55 cm, está cada vez con menos espacio para moverse, y sus necesidades de alimento y oxigenación no están siendo cubiertas como corresponde. Es entonces cuando se comienzan a secretar las hormonas del parto, haciendo que el útero se contraiga empujando al bebé hacia abajo, provocando que su cabeza presione el cuello uterino, dando inicio al trabajo de parto.