Hoy en día la valoración de ser madre está visualizada con el sentido de las capacidades y/o virtudes que tiene el hijo/a, pero ¿qué pasa si el hijo/a no es como lo imaginábamos? La sociedad tiene un concepto de madre y espera que se cumpla con él, pero en realidad es el hijo/a quien nos enmarca y debe ir fijando nuestros roles, límites y actitudes.
Desde que sabemos que vamos a ser madre, no podemos dejar de pensar en lo mejor para ese niño o niña que está por nacer. Se afrontan miedos y fantasías, a veces, nunca antes planteadas, pues el bebé viene a ocupar un espacio físico real de algo que antes era meramente emocional e imaginario.
Desde que sabemos de la concepción de ese bebé comenzamos a generar fantasías de cómo será y sus aptitudes; se crean imágenes de cómo vamos a enseñarle y cómo vamos a quererle; le ponemos un nombre y le creamos una vida que para los adultos está bien.
Sin embargo, no todo es perfecto. En la paternidad efectiva hay tantos altos como bajos, hay cosas que hacemos muy bien, pero otras cosas en las que requerimos apoyo. Para esto, las invito a conocer el concepto “Madre suficientemente buena” acuñado por el Dr. Donald Winnicott (pediatra y psicoanalista inglés) en la década de los ´50, el cual se orienta principalmente a que no existe la madre perfecta, sino que invita a ser la mejor madre para nuestros hijos/as.
Todo ser humano es diferente; todo bebé que nace, lo hace con un potencial heredado, es decir, aspectos biológicos e intrínsecos de cada uno y es en la relación con el ambiente en que se determina el adecuado desarrollo. Entonces, ¿cómo puedo ser la mejor madre para ESTE hijo/a?
Una “madre suficientemente buena” es aquella que se adapta activamente a las necesidades del bebé, capaz de brindar a su hijo/a las condiciones básicas para que desarrollen plenamente sus potenciales, disminuyendo poco a poco esta adaptación a medida que el niño/a va creciendo y va siendo capaz de tolerar los resultados de la frustración. ¿Qué es frustración para un bebé? Frustración se llama a la sensación que surge cuando una necesidad no es satisfecha. Esto requiere que la madre se ponga en el lugar del niño/a, lo/la acepte, lo/la comprenda y actúe en función de sus necesidades y variables según edad. Madre suficientemente buena es la que contiene, la que es capaz de acoger y también de limitar. La que acepta incondicionalmente, pero que también presenta los contornos de la realidad; la que cálidamente va mostrando al niño/a que sus deseos no siempre se pueden satisfacer.
No cabe duda que la madre va a fallar en un sinfín de oportunidades, que quizás no sea capaz de “adivinar” las necesidades de su bebé y tal vez no pueda dar cuenta con tanta claridad acerca del deseo de otro; sin embargo, una madre suficientemente buena no debe anticiparse a las posibles necesidades del niño/a, sino que es necesario que pueda hacerse cargo y adaptarse a las reales necesidades de su bebé a medida que logra observarlo/a y tomar consciencia de ellas. Lo anterior, desde la vivencia relacional entre madre-hijo/a y no desde la concepción más bien mágica de la relación, donde se acentúa la fantasía y el ideal por sobre lo real. Madre debe proveer de: afectividad, espacio de desarrollo en ensayo y error, contención y, sobre todo, ser predictible.
Te invito a conocer y reconocer la exigencia de la vida actual, incluyendo el rol de ser madre. Pero recuerda, ser una buena madre no significa entregar las mejores herramientas que la sociedad impone, sino que entregar las mejores herramientas que el propio hijo/a necesita para lograr potenciar sus habilidades y fortalecer aquellas áreas en las cuales se encuentra más débil. Eso significa MIRAR a tu hijo/a y ofrecerle todas las oportunidades que él/ella se merece para que pueda lograr lo que se proponga. Pero ¡cuidado!, no para todos es lo mismo; el mirar a nuestros/as hijos/as significa observar sus propias necesidades. Ser una madre excelente en todo aspecto es para satisfacer las propias necesidades y las de la sociedad. Realiza un STOP en tu vida, mira a tu hijo/a y sé para él/ella la madre que necesita, una madre “suficientemente buena”.
Les dejo un video que puede ser de interés:
Ma. Victoria Meyer Ríos
Psicóloga Infantil
ps.victoriameyer@gmail.com