Si bien hay mamás que prefieren demorar la alimentación con Mamaderas para priorizar la de pecho, tarde o temprano necesitarás una. Ya sea porque tu bebé está más grande, porque te has decidido por la leche de fórmula o porque entraste a trabajar, la mamadera llegará a tu vida. Una vez que hayas tomado la decisión de usarlas, tienes que pensar en qué modelo será mejor para ti y tu bebé.
Tienes que tomar en cuenta 2 factores a la hora de elegir una mamadera, por una parte la forma y diseño del frasco contenedor y por otro, la forma y diseño de la tetina. Ambas cosas se venden en conjunto, por lo tanto tienes que encontrar la marca que mejor combine tus necesidades. Suena fácil, pero no es tan sencillo. Tetinas las hay de distintas formas, flujos, y materiales. Por su parte las mamaderas también tienen distintas opciones, algunas son más anatómicas, otras tienen un diseño más clásico, las hay de polipropileno, y otras de vidrio. ¿Qué elegir? Aquí te lo contamos.
Los bebés son más exigentes en cuanto a la forma de la tetina. Mientras más tiempo haya amamantado el lactante, más le costará acostumbrarse al chupete de la mamadera, y será necesario encontrar una que imite mejor el pezón de la mamá. Por el contrario, si se le quiere dar mamadera desde pequeño, no será necesaria una tetina tan sofisticada, porque no estará tan acostumbrado al pecho materno. Las mamás por su parte son más exigentes con el frasco contenedor de la mamadera, que sea fácil de limpiar, resistente, que su forma sea más anatómica, que sea pequeña para llevarla en la cartera o más grande si es que el lactante ya está más crecido y toma más leche.
Una buena forma de empezar a tantear marcas y diseños es con los regalos que te llagarán previo al nacimiento de tu bebé. En base a esos regalos y a las distintas marcas que recibas, puedes empezar a preguntar a tus amistades sus opiniones respecto de ellas o buscar en internet su evaluación. Haz una selección de las 3 mamaderas que más te hayan gustado para que luego tu bebé decida cuál prefiere. Ten en cuenta que empezar a dar mamadera a un bebé que ha sido amamantado antes puede ser algo frustrante, pero con paciencia todo se logra.
La primera diferencia entre mamaderas es el material. Años atrás había un sólo material para mamaderas, el vidrio. Con el tiempo aparecieron las de plástico (policarbonato), que tenían la ventaja de no quebrarse y eran más baratas, pero luego se descubrió que el plástico tenía muchos químicos, entre ellos el Bisfenol A (BPA), que podía ser tóxico para el lactante. Lo que nos trajo al día de hoy, las mamaderas del polipropileno.
Actualmente encontrarás en las tiendas mamaderas de vidrio y de polipropileno, las de policarbonato están casi en un 100% fuera del mercado. De todas formas, cuando compres mamaderas de plástico, asegúrate que digan que son libres de BPA.
Las mamaderas de vidrio por su parte están completamente libres de cualquier químico, son un poco más caras, pero más duraderas y fáciles de limpiar. Si quieres evitar quiebres puedes poner un forro de silicona protector.
El tamaño de mamadera que elijas depende de la cantidad de leche que vaya a tomar tu bebé. Por su parte el diseño dependerá de tus prioridades. Hay diseño más anatómicos que otros, pero más difíciles de limpiar.
Ten en cuenta que lo ideal es que la mamadera que elijas sea el núcleo de tu set de lactancia, es decir que el sacaleche y los contenedores sean compatibles con las mamaderas y sus tetinas. Por eso, es más cómodo, si eliges una marca de mamadera que también tenga los implementos recién nombrados, eso hará aún más fácil todo el proceso.