Diversos mitos rodean el maravilloso acto de la lactancia materna. Ese proceso instintivo que une a la madre y a su hijo desde el nacimiento y por el que todos hemos pasado, se ha convertido en uno de los grandes temas de discusión entre las mujeres.
La vida ajetreada o el regreso al trabajo han convertido el acto de amamantar en una labor difícil para todas las mujeres que desean disfrutar de esa etapa con sus hijos.
Si a esto sumamos los últimos acontecimientos, en el que algunas madres han sido encaradas o incluso maltratadas por amamantar libremente a sus hijos en público, nos damos cuenta que el tema de la lactancia materna está llena de mitos y prejuicios.
Para ayudarte a aclarar las dudas que aparecen al comenzar con la lactancia materna, elaboramos un listado con los 7 mitos que rodean al tema.
Durante la lactancia, es mucho más importante dejar que el bebé termine de tomar del primer pecho incluso si eso significa que él no tome del segundo pecho. ¿El motivo? Aunque la leche inicial es rica en agua y azúcares, la del final es más rica en grasas. Por lo tanto, si pasas al segundo pecho antes de terminar con el primero, el bebé se puede llenar con la primera leche baja en calorías, en vez de obtener las grasas que se encuentran al final y lo ayudan en su crecimiento.
Este mito es completamente falso. Según publica la UNICEF, las relaciones sexuales no tienen nada que ver con la producción o calidad de la leche materna.
Otro mito falso, ya que las causas más comunes de problemas en la cantidad de leche son las tomas poco frecuentes o el mal acople del bebé al pecho. El estrés, la fatiga o la desnutrición no son causa de la insuficiencia del suministro de leche, ya que el cuerpo de la mujer ha desarrollado mecanismos de supervivencia para proteger al lactante en tiempos de escasez.
No hay ninguna relación entre tomar leche de vaca y el aumento en la producción de la leche propia. Para producir leche, basta una dieta saludable a base de verduras, frutas, semillas y proteínas. También es ideal sumar a las comidas, verduras verdes, semillas, frutos secos y pescados debido a su alto nivel en calcio.
La leche materna está compuesta en un 90% de agua, por lo tanto, los bebés no necesitan líquidos adicionales. La mejor manera de fortalecer las defensas del bebé es dándole leche materna todas las veces que la pida, incluso si se encuentra enfermo.
El tamaño de los pechos no influye en la lactancia. Todas las mujeres producen leche de buena calidad y en cantidades suficientes, porque la lactancia es un proceso regido por la ley de la oferta y de la demanda. A mayor succión del bebé, mayor será la producción de leche materna.
Falso. Todas las mujeres tienen el derecho a amamantar a su hijo en el lugar que deseen. Incluso, la comisión de salud del senado se encuentra terminando el proyecto que establece medidas de protección a la lactancia materna. El proyecto también establecerá sanciones para quienes restrinjan, perturben o amenacen el legítimo derecho a la lactancia materna.