Ya hace un buen tiempo que las mamás saben que la lactancia materna no es sólo una alternativa para alimentar a sus bebés, sino que es mucho más que eso, es la fórmula perfecta, hecha a la medida de sus hijos, que entrega todos los nutrientes necesarios, las defensas, la cantidad de agua y grasa para que el bebé crezca fuerte y sano, además del apego y otros beneficios. Es por esto que cuando se enfrentan a algún problema que dificulta la lactancia, se genera una frustración muy grande, que a algunas afecta más de la cuenta.
Es importante aclarar en primer lugar que la mayoría de las dificultades que se presentan en la lactancia se pueden solucionar fácilmente con información y apoyo adecuado. Para eso es que conversamos con Silvia Tupper, especialista en lactancia materna del Centro Nacer Sonriendo, para saber cuáles son las complicaciones más comunes de la lactancia y cómo solucionarlas.
Según la especialista, lo primero que hay que hacer ante una complicación es mantener la calma e intentar identificar el problema. Una vez que sabes qué es lo que está dificultando la lactancia hay algunas cosas que puedes hacer en tu casa para intentar solucionarlo, pero si esto no funciona, hay que “pedir ayuda especializada y no esperar a que pasen los días, evitando así que la situación se complique” comenta Silvia.
La mastitis es una inflamación de la glándula mamaria, generalmente ocasionada porque la leche se queda bloqueada en alguna zona de ella. Si no se trata a tiempo la complicación puede seguir avanzando hasta convertirse en una infección, por eso lo importante es en primera instancia prevenir, y en caso de que se haya generado mastitis, actuar con rapidez.
Síntomas: Usualmente se presenta un área enrojecida, endurecida y con dolor. La madre puede tener fiebre baja y malestar general.
Cómo prevenir:
Cómo tratarla:
La causa más frecuente de pezones agrietados es un agarre superficial del bebé al pecho. El agarre debe ser profundo, y para lograrlo hay que acercar el pecho al bebé cuando éste abre grande la boca, esto hay que hacerlo rápido, antes de que comience a cerrarla. En un agarre profundo el mentón debe tocar el pecho y la nariz queda libre, o sólo rozando la piel del pecho.
Cómo prevenir
Para prevenir daños en el pezón, es importante favorecer un buen agarre. Un indicador de que algo no está bien es cuando la madre siente un dolor intenso al amamantar, esto no es normal. Es posible que los primeros días sienta alguna incomodidad al momento en que el bebé se engancha al pecho, pero esto pasa a los pocos días y generalmente dura sólo unos segundos. Pero si el dolor continúa o se incrementa, causando grietas o heridas, es indispensable buscar ayuda especializada a una consultora de lactancia.
Cómo tratarlo
La gran mayoría de las mujeres podrán producir toda la leche que necesita su bebé y más. La clave está en el manejo de los ritmos de la lactancia y en entender cómo funciona la producción de leche. Si dejamos que los pechos se llenen demasiado, la producción de leche se hará más lenta. Además hay que entender que la leche materna se digiere rápidamente, por lo que los bebés necesitan amamantar frecuentemente, entre 8 a 12 veces en 24 horas. En general la producción de leche materna la regula el niño según sus necesidades y su apetito. Y esto puede variar con los días, o en un mismo día. Es por esto que se recomienda la libre demanda, ya que un horario estricto puede interferir con los ritmos de la lactancia y por ende en la producción de leche de la madre. También son importantes las tomas nocturnas, pues es en la noche cuando la hormona prolactina, encargada de estimular la producción de leche, se encuentra en sus niveles más altos.
Silvia Tupper
Especialista en Lactancia Certificada
Nacer Sonriendo
contacto@nacersonriendo.com
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