Amamantar es uno de los actos más naturales de la vida, mientras el bebé se alimenta succionando, las glándulas mamarias comienzan a funcionar intuitivamente. Una hormona estimula la preparación de la leche materna, mientras que otras hacen que la leche salga; el cuerpo de esta manera produce la cantidad exacta y a la temperatura adecuada que tu bebé necesita.
El arte de sujetar y sostener al bebé mientras se da de lactar requiere de coordinación y paciencia por parte de la madre, a medida que pasan más tiempos juntos en esta actividad, tú y tu bebé se irán acomodando a la forma que les parezca más cómoda para este momento de íntima conexión.
Puede que a algunas madres la lactancia materna le puede surgir sin mayores complicaciones, mientras que a otras les cueste más. A continuación te presentamos algunas de las posiciones más comunes para dar de lactar, las cuales son aconsejables y pueden ayudarte a facilitar el acto de amamantamiento: